Toda pastoral vocacional debe estar encarnada en el actual momento histórico de América Latina y debe ser diferenciada, es decir, y promover la diversidad de vocaciones en la unidad de la misión y del servicio evangelizador. Todos los cristianos según el designo divino, debemos realizarnos como hombres vocación humana- y como cristianos, viviendo nuestro bautismo en lo que tiene de llamada a la santidad, a miembros activos de la comunidad y a dar testimonio del Reino -vocación cristiana-, y debemos descubrir la vocación concreta (laical, de la vida consagrada o ministerial jerárquica) que nos permita hacer nuestra aportación específica a la construcción del Reino -vocación cristiana específica- o de este modo cumpliremos plena y orgánicamente nuestra misión evangelizadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario